"Si sabes que vas a enmudecer, tienes que afrontarlo con valentía. Al asomarte al agujero de la muerte y encontrarte con ella, debes mirarla fijamente a los ojos y ser tú el que dé el último paso"...
Fotos y texto: Pepa Díaz.
"Mi nombre es Nikolai Juri
Iljin, soy ex-combatiente de la primera guerra de Chechenia, allí nos gasearon
con fosgeno, soy apátrida, y tengo cáncer de laringe".
El fosgeno es un importante componente para fabricar plásticos, pesticidas y medicamentos.
A temperatura ambiente, 21º, se convierte en un gas venenoso, incoloro y no inflamable,
con un olor similar al del heno recién cortado. Su uso como arma química está
reconocido desde la Primera Guerra Mundial. Si se respira, en altos niveles,
dilata los pulmones, dificultando la respiración; si es ingerido, provoca daños
irreversibles en la garganta el esófago y el estómago.
En noviembre de 1976, nace Nikolai en la parte que llaman
República Soviética de Estonia. Cuando se disuelve la URSS y Estonia se independiza, en 1992,
se restablece la ley de ciudadanía de 1938. "La cuestión de la
independencia de Estonia es que si has nacido ruso no te vamos a dar la
ciudadanía estonia. Tienes que hacerte refugiado, hacer un test de lenguaje...
Y así fue..." La nueva
ley, basada en el principio de
consanguinidad, sólo permite la
ciudadanía estonia a los que ya la tenían hasta el 16 de
junio de 1940 y a sus descendientes. Al margen queda el 35% de la
población: unas 490.000 personas de origen ruso, ucraniano y bieloruso, que se
convierten en no-ciudadanos."A los descendientes rusos nos volvieron
apátridas. Y ahora... puedo decir que estoy librando la batalla de toda mi
vida... No soy ciudadano de ninguna parte, y el único lugar en el que
podría curarme es Canadá".
A pesar de las críticas de Rusia, Estonia mantiene al
margen a sus minorías rusas, que suponen más del 28% de la población, así como
las de Letonia y Lituania.
Se dispone entonces un proceso, que llaman de naturalización, y que exige un
fuerte conocimiento del idioma estonio, además de un mínimo de 5 años de
residencia.
Ya en 1996, la humillante derrota y las altas bajas sufridas
en el ejército ruso, al que acudió de voluntario Nikolai, hicieron del
conflicto checheno algo sumamente impopular en Rusia para las elecciones de ese
año. Pese a la muerte de Dudáyev en abril , las tropas rusas, ya desmoralizadas
y mal entrenadas, fueron incapaces de suprimir y controlar el levantamiento
checheno, tanto en la Batalla de Grozni como en el campo.
Tras librar aquella terrible guerra, Nikolai parte a
Holanda, en donde sobrevive hasta que le diagnostican un cáncer de laringe
terminal. En su lucha por la dignidad y la supervivencia consigue una orden de
expulsión de la Unión Europea, con la que decide venir a España, a Coruña,
haciendo auto-stop, para intentar llegar a Canadá en un barco. “Lo único que pido es que las autoridades
españolas me permitan ir a Canadá; porque no sé a dónde acudir. En febrero de
este año, un dia muy ruidoso, el médico me dijo que me quedaba un año
de vida, y aún con eso, quiero ir a
Canadá, porque sé que si consigo llegar allí no voy a morir... No sé el tiempo
que voy a tardar en alcanzarlo, pero sé que si lo consigo no moriré."
¿Crees que si vas a Canadá no morirás? “No”, insiste.
¿Tienen tratamiento para tu enfermedad? "Puede ser".
¿Tiene cura aquí en Europa? “No. Allí sí que me ofrecieron algo, porque yo no tengo cobertura
sanitaria. Me dijeron: tienes que pagarlo, es un tratamiento de un año que cuesta
1 millón seiscientos mil euros. Yo no puedo pagar eso...
“Porque
es el lugar más cercano al Oceáno Atlántico y creo que alomejor es posible que
encuentre un barco grande que me lleve a Canadá, que me dé la vida…”
En este
intento desesperado por sobrevivir, con el shock post-traumático de Chechenia, enfermo, y tras muchas horas de carretera y manta por Europa, Nikolai compra un bote
hinchable llamado Hércules, se va a la Marina y se echa al mar, comienza a
remar…
¿Qué pasa con las autoridades españolas, cuando subes a la
barca de plástico, en La Marina, para ir a Canadá?
“El
bote es una embarcación de dos metros y sé que no es posible llegar con eso, el
oceáno es demasiado bravo y la gente de La Marina, Coruña, no va en esa
dirección. Me trataron bien. Tú no has cometido nigún delito en España, me
dijeron, así que puedes quedarte unos días hasta que resuelvas tu situación.
Entonces me dejaron aparcarlo en el puerto deportivo y me permitieron estar
allí unos días”.
"Voy a seguir pidiendo ayuda. Si no me siento mejor, si mis
condiciones de salud empeoran mucho más de lo que ya están, yo me iré mar
adentro esas cuatro millas que permite la ley, porque no quiero morir
narcotizado, sin voz y como un idiota. Si sabes que vas a enmudecer, tienes que
afrontarlo con valentía y asomarte al ojo de la muerte... y si
debes encontrarte una vez más con ella, tienes que ser tú el que dé el último
paso”.
PINCHA AQUÍ ENTREVISTA A NIKOLAI (Inglés): http://www.ivoox.com/entrevista-a-nikolai-audios-mp3_rf_6394167_1.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario